La oxidación anódica de placas de aluminio utiliza principalmente el principio electroquímico. El material se somete a electrolitos para formar una película de óxido coherente sobre la superficie de la placa polar. El flujo del proceso es: desengrase → grabado → neutralización → anodizado → coloración → sellado. La oxidación anódica puede mejorar la resistencia a la corrosión, la dureza de la superficie y la resistencia al desgaste de los productos de aluminio, y el tratamiento de coloración puede tener un buen efecto decorativo.

La placa se oxidará por el uso prolongado en el aire. Aunque la capa de óxido natural en la superficie tiene un cierto efecto de pasivación, la capa de la película aún se descascarillará, corroerá y decolorará si se sobreexpone durante mucho tiempo.

Para superar este problema, el producto necesita ser anodizado. Después del anodizado, se forma una película de óxido en la superficie de la lámina de aluminio. La naturaleza incolora y porosa de la película anodizada se utiliza para lograr el propósito de colorear y proteger el sustrato de aluminio.

La lámina anodizada es popular en el mercado de materiales decorativos, lo cual es inseparable de su buen desempeño. El excelente rendimiento de procesamiento también es uno de sus aspectos más destacados. Los productos de aluminio anodizado son altamente decorativos, moderadamente duros y pueden doblarse y formarse fácilmente sin ningún otro procesamiento complejo, lo que reduce el ciclo de producción y el costo del producto. Excelente resistencia a la intemperie, buena resistencia a la corrosión, textura metálica fina y alta dureza, junto con el rendimiento popular de resistencia al aceite en los últimos años, lo convierten en una posición líder en la industria.

Los paneles de aluminio anodizado no solo garantizan colores brillantes y hermosos efectos decorativos, sino que también son livianos y fáciles de instalar, lo que los convierte en la elección de muchos fabricantes.